Robótica
¿Para qué?– Claudio
Andrés Sobico
(Texto
que se pretende motivador para introducir el tema de robótica en los que aún no
están convencidos, pensado para grandes, y chicos de segundo ciclo)
Si
le preguntásemos a 10 chicos, o a 10 personas adultas, ¿Qué es un robot?, casi seguro
que obtendríamos todas respuestas diferentes.
¿Y
si le preguntáramos a un robot qué es un robot?
Hace más de ochenta años
que los llamados robots aparecen en las
películas y en libros; la gente que hoy fabrica robots se inspiró en esas obras
de arte del pasado.
La primera vez en la historia
que se usó la palabra “Robot” fue hace más de 90 años, en 1920, ¿En un manual
de robótica?, no, en una obra de teatro; ¿Y qué sucedía en la obra?, que los
robot cobraban vida y se rebelaban ante el trabajo esclavo.
¿Cobraban vida? ¿No les
suena? ¡Cómo Pinocho! (¿Será Pinocho un robot?); y también está ese otro bastante
feo que cobró vida y se rebeló contra el científico loco que lo creó: ¡Frankenstein!
Para los que saben de
historias bíblicas, hubo un muñeco que cobró vida también, y después andaba
asustando gente, y al que le dieron el nombre de Gólem.
En fin, todo muy
dramático, porque así deben ser las historias que nos cuentan, interesantes,
exageradas, que nos den miedo, o risa, o las dos cosas.
Pero volvamos a la
realidad, hace poco un alumno de quinto grado dijo algo muy cierto después de
haber visto en Youtube unos muñecos autómatas mecánicos franceses de hace…¡250
años!; ¡y que aún funcionan! . En el video se mostraba como estos autómatas a
cuerda (no había electricidad en esa época), dibujaban perros, gatos, personas,
¡Y que además podían escribir en letra cursiva! ; y todo eso lo hacían mediante
una programación mecánica con levas.
Este alumno, cuando
terminó de ver el video de estos autómatas se indignó, y dijo:
- ¡Para que me mostraron
esto que nunca voy a tener ¡Yo querría uno para no escribir nunca más en la
carpeta! ¡Que me la escriba él!
Una alumna, que había
observado muy atentamente esos videos de los autómatas, en los que vistos de
atrás se notaba el mecanismo sincronizado por levas; al terminarse el video
dijo:
- ¡Al final son unos
artefactos disfrazados de humanos!
Es que así somos los
humanos, nos gusta la animación, tomar objetos y “darles vida”: desde un títere
italiano de la edad media, hasta Wall-e; desde un reloj cucú con su muñequito
pájaro, hasta una mesa con forma de león
de un faraón egipcio; desde una columna de un edificio que parece un gigante
sosteniendo, hasta un artefacto japonés de forma humana que sirve vasitos de coca cola
en un cumpleaños.
Supongamos que somos
trapecistas, volamos por el aire, intrépidos, y nos agarramos del otro trapecio
con las dos manos, después doblamos las rodillas y colgamos cabeza abajo, ¿No
sería mejor tener una cola larga y colgarnos de ella? Sería mucho más seguro,
dos manos, una cola, y pies que puedan agarrarse al trapecio ¿no les suena? ¡Sí!,
ya existen seres así, ya están “inventados”.
Supongan que son alumnos
en un recreo y juegan a la mancha en el patio ¿Qué sería mejor? ¿Correr con los
pies o ponerse patines?, sobre ruedas irías mucho más rápido, obvio.
Es una buena pregunta
entonces pensar porqué será que aparecen tantos robots sólo con dos manos, ¡O
sólo con dos pies! ¡Y que encima caminan como patos somnolientos!
Y después está todo el
asunto de la inteligencia, hace siglos que los humanos venimos discutiendo
sobre qué significa ser inteligente, sobre qué vendría a ser eso que llaman
inteligencia; ahora hay muchísima gente que dice que hay muchos tipos de
inteligencias diferentes, que de alguna manera nosotros, los humanos, somos
como la suma de muchas inteligencias mezcladas, y que justo por eso somos
humanos.
Ese autómata del que hablábamos
antes y que dibujaba un perro, por ejemplo, ¿Es por eso más inteligente que un
perro, que no dibuja perros?
Los chimpancés son
capaces de hacerse una herramienta con un palito y con él “pescar” deliciosas hormiguitas de un hormiguero
(¡deliciosas para ellos!), ¿Son por eso inteligentes los chimpancés?
Ahora se escucha hablar mucho
de “Inteligencia artificial”; suena raro ¿no?; es casi como decir “Manzana
artificial”, de lejos quizá nos parezca una manzana de verdad, pero no le
peguemos un mordisco.
Bueno, al final parece
que nos fuimos por las ramas, más como monos que como robots, que nunca se
salen de su programación.
Pero volvamos al
principio, entonces ¿Para qué sirven los robots?, ¿Para qué sirve la robótica?,
lo único seguro es que sirven para hacernos todas estas preguntas interesantes,
y ¿porqué no?, para divertirnos un poco.
Y no se olviden, su
alguna vez ven un robot, pregúntele qué es un robot.
Claudio Andrés Sobico
Profe
de Educación Tecnológica